Si observas por un momento la naturaleza, puedes advertir ciertos comportamientos altruistas dentro de una misma especie, más concretamente dentro de una población.
Individuos de una misma población se ayudan, colaboran por el beneficio del todo, es decir por el beneficio de esa población.
Con un lema que parecen llevar grabado de : " Mi salud, es tu salud ".
De esta manera, al extrapolar este comportamiento a todos y cada uno de esos individuos, surge un estado de bienestar común
Bienestar común. Estado de bienestar....¿Qué tan extrañas y desconocidas quedan estas palabras, no es cierto?
El ser humano, no podemos olvidar, y a pesar de que muchos quieran negarlo, es un animal más, dentro de esa naturaleza que nos rodea.
Una especie más, pero de muy amplia población.
Hommo sapiens sapiens .
Sin embargo, a diferencia de nuestros vecinos animales, nosotros tenemos una peculiar particularidad, que muy alejada está de hacernos más equilibrados con nuestro entorno, sino todo lo contrario.
Hemos olvidado el comportamiento altruista.
" Llegó la razón y surgió el cabrón "
De hecho, estoy casi segura, que si salimos a la calle y preguntamos por la palabra altruista, muchas de las respuestas serían, algo así como : "¿ que es eso ? ".
¿Cuál es la causa de ese despegue tan crítico de nuestra naturaleza animal?
Las primeras poblaciones humanas, tenían relaciones nobles entre ellos mismos y entre ellos y su habitat.
Vivían y dejaban vivir, se daba la existencia de un climax sostenible.
Ellos posiblemente no conocían la palabra altruismo, pero sin duda alguna , la practicaban. Lo que nos muestra que sí es posible.
Humano y altruista. Era posible.
Entonces, ¿qué es lo que ha pasado?.
Creo que no es muy dificil, responder a esta reflexión. Tan solo necesitas abrir los ojos y ver.
Dinero, riqueza. Es el mundo en el que vivimos, es nuestro mundo, nuestra sociedad.
Tras un feudalismo voraz, implantamos un capitalismo igualmente voraz.
Hemos destruido el altruismo, para dar paso a un egoísmo potente que ha generado esclavos a un sistema.
En esta sociedad por la que caminamos, nuestra población ha quedado dividida, me atrevería a decir, en tres tipos de individuos.
Los ricos, los pobres, y los del medio.
Estos últimos viven en una burbuja de incertidumbre, pues lo mismo pueden pasar al primer rango que al segundo, tan solo la mano azarosa del capitalismo lo decidirá.
La sociedad que venimos construyendo terminó hace mucho con ese estado de bienestar común , que antes mencionabamos.
Podemos considerar al capitalismo como un sistema económico-político en el que predomina la propiedad privada.Y es ahi señores, donde se empieza a separar. Dónde empezamos a concebir un mundo dividido, en el que unos tienen sobrepeso mientras otros mueren de hambre.
En el que cada cuál mira por sí mismo.
En el que cada cuál " lucha " por generar riqueza y no quedar fuera del sistema. Y si en esa " lucha " debo pisar a mi igual, lo haré, sin ningún remordimiento.
Este sistema al que alimentamos tan solo ha generado almas negras, almas llenas de dolor, si no es dolor por no tener más ,es dolor por no tener nada.
Eso es lo único que nos une.
Pero al hablar de acabar con esta sociedad, con esta estructura que mantiene el sistema, la gente ríe.
Ríen y ríen , y hablan de utopía. De utopías imposibles.
Pues no imaginan un mundo fuera de este.
¿Pero acaso la utopía no la vivimos ya? ¿Acaso este sistema funciona?
¿No es el capitalismo una sociedad idealizada, pues solo en ciertas mentes funciona?
Por eso, al mirar a la naturaleza, te das cuenta de quienes son los que viven en utopía. Esos somos tú y yo.
Lo quieras o no, vives en un capitalismo, vives en utopía, pues nada de esto es factible.
Reflexionemos, que esa es nuestra mayor fuerza, y seamos un ente, pues nosotros somos el todo.
Salgamos de la utopía capitalista y vivamos la realidad.
Yo creo que es posible.