sábado, 8 de octubre de 2011

Esperando una señal.

Algo había cambiado ahí fuera, las condiciones no eran las mismas.
Algo había cambiado, y ese cambio supuso una señal para ella.
Sentía que estaba preparada, que todos esos cambios le beneficiarían , si ahora, se disponía a salir.

Había pasado mucho tiempo aletargada, quieta en el mundo, esperando a que la vida le ofreciese una posibilidad de ser.
Había sentido el peso de las agujas del reloj, como giraban con los día, mientras ella permanecía inerte.

De repente, un cambio en su metabolismo, sin duda había llegado la hora.

Imaginad, por un momento, que estais cubiertos de un barro consistente, que se ha secado, y os incapacita el movimiento, estais atrapados, y tan solo cuando las condiciones sean las adecuadas, es decir, cuando llueva, para que ese barro se desintegre,podreís liberaros al aire.
Dependeis de una condición para ser.


A ella le pasaba algo parecido.
Pero por fin se podría realizar.

Allí fuera, el cielo estaba despejado, la tierra permanecía húmeda, y un color verde viejo inundaba toda la extensión, unos tímidos rayos de sol acariciaban las hojas de los arboles.
.....

Ella cogió fuerzas, y empezó a desarrollarse, le esperaba un duro camino.
Empezó. Se deshizo de sus ataduras.
Rompió las reglas de la gravedad y comenzó a ascender, ahora no veía su límite, simplemente crecía.
Lo que no sabía ,es que en sus genes ,tenía marcado el límite máximo al que ascendería.
Pero eso ahora no importaba, pues acababa de nacer.

Esa semilla, se convirtió en vida.
Bienvenida al mundo.


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